viernes, 24 de enero de 2014

Cada día es igual...


Todo esto es muy extraño. Es muy confuso. Y todo esto es por ti. Todo esto es lo que has ocasionado en mi. Pensé que podía contenerme pero a veces no puedo. Pensé que podía mantenerlo oculto y créeme que lo intento, pero cuando sale es doblemente peor. Pensé que podía disimular. Pensé que podía verte y no estremecerme. Pero te juro que es verte y mi cuerpo solo desea tenerte. No se como frenarme cuando quiero tocarte, besarte, tenerte a mi lado y no dejarte ir. No se como evitar poner cara de tonta cuando vas llegando. No se como evitar sonreír al mirarte y entregarte todo mi amor con tan solo una mirada. No se como quitar mi mirada sobre ti y evitar saltarte encima cada vez que te veo al frente mio. Son unas ganas imperiosas de sentir tus manos. Tus abrazos. De escuchar tu voz y tus risas. De sentir el calor de tu cuerpo. 

Pero siempre olvido que no eres mío a tiempo completo. Que la mitad del día solo te puedo tener en silencio. Que no siempre tengo sobre ti todo el derecho. Que no tengo el derecho de besar tus labios cuando quiero. Que no tengo el derecho de tocar tus manos. Que no tengo el derecho de abrazarte y quedarme cerca de tu pecho. Que no tengo el derecho de respirar tu perfume.  Que no tengo el derecho de gritar nuestro amor. De decir cuanto te quiero y que te deseo con pasión. Que no tengo el derecho de decir que no pienso en otra persona que no sea en ti. Que te deseo noche y día. Que me duermo pensando en tu mirada y en como me hablas. Que despierto pensando en tu sonrisa. Que mis deseos de levantarme de la cama se reducen a querer verte cada mañana. 

Y no me acostumbro. No me acostumbro a extrañarte así. No me acostumbro a extrañarte teniéndote al frente y sabiendo que debo esperar para tenerte. Que no puedo llamarte cada hora para decirte que te quiero. Que no puedo pararme a tu lado cada minuto para abrazarte. Hago tonterías. Digo tonterías. Intento cambiarme el switch cada día. Intento recordar que debemos disimular. Que ante la gente solo somos amigos. Cuando sabemos lo que sucede entre nosotros. Cuando sabemos que los amigos no sienten tanta pasión. Que los amigos no se desean con tanta locura. Cada día igual. Y cada día me obligo a entenderlo, pero eso no significa que lo llegue a entender. 

1 comentario:

Geudys Ramirez dijo...

Linea tras linea sentía la intensidad creciendo. Cuanto deseo y a la vez cuanta impotencia pero todo bien descrito y desmenuzado. 10/10!